Oscar Pérez somos todos.
El
día de ayer 15 de enero de 2017, La Narco dictadura del colombiano Nicolas
Maduro, junto con sus compinches: el archienemigo de Venezuela Diosdado
Cabello, el cachorro de terrorista y zar de la droga Tarek El Aisami y la banda
de asesinos y cómplices del PSUV asesinaron a Oscar Pérez. Un hombre que tuvo
un despertar de conciencia y propagó conciencia por Venezuela, en una Venezuela
devastada por la codicia, por las mafias, por el resentimiento, la brujería y
la maldad. Tuvo muchos que le apoyaron y muchos detractores que decían no estar
de acuerdo con su método.
Oscar
Pérez transmitió en streaming parte de lo que fue su ejecución en manos de los
componentes de la vergüenza armada nacional de Venezuela y unos colectivos.
Si
ustedes buscan el google que es un colectivo, puede que se topen con el
“significado oficial” de los colectivos que es un grupo de muchachos
voluntarios que van por los barrios y todos los lugares de Venezuela creando
conciencia y trabajando en pro de la sociedad, inculcando los valores del
socialismo. Si tú eres de pensamiento de izquierda seguramente creerás esa
definición. La definición de lo que son en la realidad es que los colectivos
son unos criminales que tienen dominado ciertas zonas del país y el gobierno
les da armas y el aval de mantener controlados los focos de disidencia que
puedan aparecer. Aclaro que el gobierno no los hizo delincuentes ellos eran
delincuentes por autodeterminación solo que el gobierno en vez de perseguirlos
y apresarlos. Les dio dinero y poder para poder usarlos como herramientas de
control a través de la intimidación, los asesinatos y la extorción. Cualquier
venezolano de los millones que nos oponemos al narco régimen te puede confirmar
que esto es así.
Oscar Pérez fue quizás un “profeta de Dios”. Fue una voz
que llamó a sus hermanos y compañeros de la Vergüenza Armada Nacional a tomar
conciencia, a bajar las armas en contra del pueblo y alzarlas en contra de los
opresores. Lástima que hasta ahora solo han demostrado que cual perros
chandosos solo entienden de fidelidad para aquel que les paga el sueldo. No
tienen ningún tipo de conciencia, patriotismo o moral. Son unos simios a los
que se les da limosna y el aval de poder hacer absolutamente lo que se les dé
la gana, al punto que el venezolano que se va del país tiene que esconderse sus
pocos ahorros en dólares donde pueda porque si un militar te registra (ya desde
este punto, eso es ilegal) y te encuentra dólares, euros o alguna cosa de
valor, te lo quita, te lo roba (no voy a usar la retórica de decir que te lo
“decomisa”) pues simplemente te despoja de tu bien y no hay nada que puedas
hacer. Así como en los relatos y las películas del holocausto judío y los
campos de concentración, pues más o menos así solo que en este caso son
venezolanos a venezolanos.
En
Venezuela, las Fuerzas Armadas una de las instituciones al día de hoy, más
vergonzosas del mundo entero, han
asesinado a sangre fría a estudiantes, a profesores, a ciudadanos honestos solo
por perpetuar en el poder a una banda de miserables que crecieron ardiendo en
envidia, sintiéndose unos gusanos y envenenados con delirios de un asesino como
el Che e ideales utópicos de seudo igualdad y la típica mierda socialista
comunista que ya muchos sabrán.
Le
llamé profeta al principio porque aparte del joven desnudo con la Biblia, creo
que este fue la última oportunidad que tuvo el régimen de mostrar conciencia y
arrepentirse, creo que ya la sentencia ya está dictada contra ellos de parte de
Dios, nadie le causa tanto dolor a millones y se queda sin pagar.
Solo diré algo que no es original pero es cierto. Oscar
Pérez en las tácticas que llevó a cabo nunca asesinó a nadie y más de una vez a
las personas por las redes que le pedían sangre las calmó diciéndoles que los
asesinos eran ellos (el régimen), que su objetivo era crear conciencia en la
gente, que se despertara y saliera a las calles a protestar por la libertad y
la caída de la dictadura y que si la Vergüenza Armada Nacional abría fuego
contra los muchachos, como lo hizo el año pasado asesinándolos a sangre fría
para luego llamarlos “terroristas”, ellos estarían ahí para responder fuego
contra fuego. No era una amenaza terrorista, era una advertencia a los
mercenarios del régimen.
Algunos dicen que no era el momento de salir de nuevo a
las calles. Y ese momento era el que él esperaba agazapado. Alguien me dijo, si
se robó armas ¿Por qué cuando lo fueron a buscar no las usó? Él se robó armas
no para sumar armas a su grupo sino para restarle al régimen. Cuando el asedio donde
le asesinan a sangre fría habían civiles, al menos eso decían en el vídeo. Todo
el mundo vio y puede seguir paso a paso
las actuaciones de Oscar Pérez y como actúa un verdadero patriota, porque como
dijo Alí Primera, “la Patria es el hombre”. Él lucho por Venezuela, pero no por
esa idea abstracta por la que luchan los socialistas que dicen luchar por “la
patria” y la “justicia” asesinando inocentes y a opositores de pensamientos, a
los que en su enajenación llaman “enemigos”. Por lo tanto, no mató a nadie, su
discurso fue el de un creyente que usó lo que tenía en las manos, tácticas
militares para crear conciencia y desestabilizar (si chavistas dense banquete
con esta palabra) la narco dictadura y tratar de hacer entrar en razón a un
país machucado por el régimen y traicionado por los que le pidieron hasta la
vida de sus hijos para luego sentarse a negociar con los verdugos una
repartición cómoda de los despojos de Venezuela.
Ahora sale el colombiano que tenemos por presidente
montando un teatro donde supuestamente y casualmente, cabe decir, que estaban
planeando un ataque a la embajada Cubana, un país muy querido por Venezuela (lo
único que es verdad en su discurso). Ahí está la historia, la realidad, ahora
los de izquierda cierren los ojos, nieguen lo evidente e inventen unas
teorías rocambolescas de qué fue lo que “en realidad pasó”, suban videítos
ridículos a “youtube” y sigan viviendo en su engaño por no aceptar que el
socialismo es un fracaso más que demostrado y la Venezuela de Chavez, es otra
tesis más en la que se desaprueba la validez de su idílica y utópica teoría.
Que honor pertenecer al país de hombres y mujeres como
los que llevan años dando la lucha por el país, como Oscar Pérez y millones de
otros que estamos siendo oprimidos por unos poquitos que representan la escoria
de este país dorado llamado Venezuela. Qué vergüenza que en los anales de la
historia quedará escrito que un simio como Chavez y un gusano como Maduro
fueron presidentes, y si indagan un poquito el archienemigo de Venezuela
Diosdado hizo a sus anchas lo que quiso, y la galería de la vergüenza que
conforman los políticos y militares responsables de esta devastación.
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