11 de agosto. No al odio.

En Venezuela estamos escalabrados por 18 años de mala administración y descarada corrupción que evolucionó en una sagrienta dictadura que muchas voces tíldan de narco dictadura. Esta semana se instauro la ANC que es una forma más del gobierno de desconocer la voluntad popular que escogió al congreso opositor que quería. Los líderes opositores traicionaron el sacrificio y la sangre de los muchachos que dieron la vida y más en el asfalto protestanto con escucdos de cartón contra asesinos con armadura, balas y bombas.

Ayer el presidente electo por Tibisay Lucena y su combo de secuacez dijo entre varias mentiras y mal disimuladas amenazas que penarían con carcel los crímenes de odio, para los que no tienen gobeirnos de izquierda y no entienden sus eufemísmos, esto significa que las críticas por internet será penada. Hoy fuimos a retirar el pasaporte de mi esposa, llegamos temprano a una instalación militar para hacer una trasacción civil. Nos hacen esperar en un sol terrible sobre un charco de fango y aguas sucias. Debo confesar que hablé pestes con descaró de la situación, de lo mal del país y todos los que estaban en la cola se sumaron aportando cada uno sus propias experiencia de miseria y pobreza.

Me ofusca cuando escucho a personas del extranjero hablando bien del gobierno venezolano solo porque comparten su ideal político, lo que para mi ha sido el peor tipo de cancer que acarreó el país, el socialísmo. Tienen el descaro de insinuar que somos tan estupidos los venezolanos que no es que las cosas estén mal sino que los medios de comunicación nos engañan. Hay que ser muy tarado para creer una idiotez así.
Cuando hablaban de penar el odio me acorde del intergalactico llamando a gritos "jala bolas" a Capriles, tíldando a toda la oposición de escualidos y del presidente de Lucena llamando a las armas, a Iris Varela diciendo que tomarían los fúsiles si seguíamos jodiendo (protestando).

Mi país está atrapado en la peor de las crisis que registra su historia pero estos señores se la pasan anunciando "victorias Históricas". Para todos los que no están en Venezuela y no saben que creer les recomiendo leer 1984 de G. Orwell y creerlo porque casí que nuestra realidad venezolana calca la realidad ficticia de ese libro.

Solo le pido a Dios como el Rey David, destruya los enemigos de Venezuela, mi tierra prometida. Que les de lo que merecen porque estamos de luto porque perdímos un país en manos de unos delincuentes de la peor calaña.

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