¡¡¡De vuelta al aula!!!

Puede que sea demasiado temprano para tratar de hablar de lo que ha sido mi experiencia universitaria. Pero sinceramente estoy muy emocionado de haber podido, al fin, ingresar a estudiar. Estoy estudiando Comunicación Social quizás por las razones equivocadas (quiero aprender a escribir, pero primero a hablar) pero hasta ahora me ha fascinado cada clase y siento que mi barco va en la dirección correcta, aunque también soy el más viejo del barco y eso es tan intimidante como lo será ser el más joven. 

Es tarde, estoy cansado pero tengo que hacer un trabajo para la semana que viene y todo mi grupo llevará la información mañana, nos reuniremos para discutir ideas y engranar el trabajo. Pero me tomé un descanso para poder seguir y escribí esta entrada. Los profesores están inclementes, me hacen acordar al famoso Ernesto Jerez y su grito épico de: Bienvenido a las Grandes Ligas. 

Hasta ahora llevamos la primera semana de clases en penumbras y tremendo calor debido a que por culpa de las fallas eléctricas que hay constantemente en los últimos años en Venezuela, los transformadores que están en los postes de alimentación de energía eléctrica han estado explotando y quemándose. Según nos dijo un empleado de CORPOELEC, los técnicos capaces de reparar esos transformadores se fueron del país, por lo que CORPOELEC no los repara. El incidente con el transformador de la universidad se reportó a finales de junio de este año, la gente de CORPOELEC se presentó después de muchas llamadas y se llevó el transformador. Luego explicaron que hay una compañía privada que se encarga de hacer en cerámica las piezas que normalmente se queman cuando los transformadores explotan. Dicha compañía reportó que ya las piezas estaban listas, en el  momento en que se les llamó para preguntar por “como iba el asunto del transformador”.  La respuesta fue que CORPOELEC ya tenía las piezas que ellos las habían hecho y se las habían mandado desde hace rato. Bueno a la espera de que CORPOELEC le colocará las piezas al transformador, lo probara y lo instalara nuevamente.

Habían dicho que para el martes eso estaría listo, pero está es la fecha (22/09/2016) y aún no han hecho las pruebas y por supuesto menos han venido a instalar el transformador. Ahora, un señor se me acerca en el trabajo y me comenta que el transformador que le daba energía eléctrica a su finca también había explotado y le explicaron lo mismo que a la universidad, a diferencia que este hombre averiguó y encontró una compañía que si está importando los transformadores, le toco pagar, según él, un millón quinientos mil (1.500.000) Bolívares lo que equivale a veinticinco sueldos mínimos a la fecha de hoy. Según él, tuvo que vender un carro para poder comprarlo, porque vivir sin energía eléctrica es bastante incómodo. El cuento no termina ahí resulta que como CORPOELEC es una compañía del estado y este señor al comprar el transformador adquirió un bien privado. CORPOELEC no puede instalar el transformador porque al ser compañía del estado no puede darle un servicio a una propiedad privada, por lo que sí el quería que instalaran el tranformador debía “DONARLO” a CORPOELEC y así ellos lo instalaban.

Me comenta que no lo podía creer tanta desfachatez y tanto absurdo. Pues, la historia no termina ahí. Resulta que llamó a un amigo para consultarle acerca de lo que le estaba pasando ya que el había tenido una experiencia parecida. Bueno , este amigo, repito, según él, ya habñia tenido una experiencia parecida, compro el transformador y se lo donó, resulta que lo instalaron pero como a los 5 días vino una cuadrilla de CORPOELEC y que para hacerle mantenimiento al transformador y se lo llevaron por dos días, por supuesto cuando volvieron, no era la misma cuadrilla y no era el mismo transformador, era de hecho, un transformador viejo como el que se habían llevado como irreparable. El hipotiza que a lo mejor el transformador nuevo lo vendieron.

Bueno el señor de la finca hablo con el “representante” de CORPOELEC y le dijo, que él aceptaría donar el transformador pero que recordara que él era militar y que si veía cualquier cuadrilla de CORPOELEC, o de lo que sea bajando el transformador para lo que sea, “dispararía a matar”. Claro luego entre risas me confesó que él si es militar pero que en su finca no tiene armas, porque eso por allá es muy tranquilo. El hecho es que, no fueron más a instalarle el transformador.

Ya para cerrar la idea, pues ninguno de los profesores cree que vayan a reparar nada y ya todos nos preparamos para seguir viendo clases de esa forma. Por supuesto que como cristiano creyente oro para que el milagro del transformador ocurra. 

¿Todo eso a que viene?

A que mi primera semana de clases ha sido un caos organizacional porque parte de la universidad se encuentra sin luz, en medio del sudor y el éctasis que ha sido para mí estar en el aula de clase. Hoy reflexionaba, después de leer la noticia en que el CNE ya dio la fecha del Referendo Revocatorio, y será para el año que viene, si es para el año que viene, por ley quedaría gobernando por lo que queda de período presidencial el vicepresidente, que en este caso es un negrito al que le tuve mucho cariño toda mi vida pues de los políticos fue de los pocos que nos acompañó en los sábados culturales que hacíamos en Chapellin, Caracas. Aristobulo que hoy por hoy no me explico que  le pasó o que le ofrecieron para que le diera su espalda a su país de esa forma y se haga cómplice y aliado de la destrucción sistemática de mi país. Quedaría gobernando un Aristobulo que al igual que Capriles (y tantos otros rojos y multicolores) nadie sabe a ciencia cierta qué intereses defienden, pero por ahora le ha dado la espalda a su país de manera obscena, negando la crisis, el hambre, los muertos, la inseguridad, etc. Lo que se ha vuelto esta R. B. de Venezuela.

Escribir estas palabras no es fácil  porque desafortunadamente a veces los gobiernos no saben quién es amigo y quien es enemigo. En este caso, si yo viera que en cierta esquina del país roban casi todos los días y hago la denuncia, las autoridades no me entienden como un aliado que les ayuda a detectar fallas que ellos parecen ignorar. No, el gobierno me ve como un “enemigo”, como un escuálido, pitiyanki, gusano, apatrido. Su primera preocupación no es por resolver el problema, su preocupación es porque no se sepa, que no se haga público. Por eso quizás, estas palabras lleguen a ojos de algún adoctrinado por el comunismo cubano, de esos que usan el resentimiento como combustible y que su odio es el parámetro que bloquea su conciencia de esos que llaman enemigos a todos los que difieran con ellos y decida que necesita callarme y así callar una más de las siete millones de voces que quiere y necesita un cambio.

En fin, pensaba, este sueño de estudiar ojala que no se vuelva pronto una pesadilla de sangre, pues al parecer, esta gente le colocó ese precio a nuestra libertad. Deseo con todo mi corazón que recapaciten, que se den cuenta que no vale la pena acumular riquezas a costa de las vidas y el futuro de todo un país, que eso que le critican a los capitalistas lo están haciendo infinitamente mucho peor.

Que fino es estudiar…

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